jueves, 5 de diciembre de 2013

ultraviolencia

Imagino la violencia
y estremezco,
mientras abro los labios de mi cama,
en tantos otros lugares del mundo,
como un zumbido
que no me permite
dormir.

sin embargo,
te he visto llorar tantas veces
con cara de cristal opaco,
que me asusta la pasividad
con que mato
la conciencia,

como un líquido caliente y doloroso,
que fluye dentro de mí,
palpita,
luego crece,
inunda,
                     se  expande

y llega a cualquier rincón del planeta,
para volver turbio y denso
con posos
de coagulación.

ahora soy y sufro
el dolor universal,

mientras, alguien fuma sola
en la habitación de al lado
y parece
no importarme
en absoluto.

siempre hay pastillas
                   y champú.

puedo sentir perfectamente
cómo ha saltado una pieza
en mi cabeza,
como siento que no corre el aire,
y que alguien está mirando
ahí fuera,
detrás de esa pequeña
estrella roja
de tabaco negro.

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