martes, 13 de diciembre de 2016

BONITA PALABRA






Sobre las ruinas de la antigua cárcel de Carabanchel,
no han construido ningún hospital,
ningún colegio. No han construido
un monumento a la memoria.
Desangelado paisaje de polvo y escombros,
en lo que hoy es un descampado cercado por una verja.
La puerta sigue en pie,
como el recuerdo de sus muros grises
en la colectividad.

Aquí murió la libertad demasiadas veces.

No está escrito en ningún sitio
no sabemos sus nombres
ni los sabremos nunca.
Lo que sí han levantado,
a uno de los lados del terreno,
son unos calabozos para juicio rápido
y un Centro de Internamiento de Extranjeros,
donde se espera para ser deportado,
o puesto de nuevo en libertad.

Otra vez la libertad,
como un lugar donde pueden poner
o quitar a las personas
con tanta facilidad.

Nuevos muros, el mismo símbolo de represión,
mentes sobre las que nunca llueve.

Tampoco sabemos sus nombres, hoy.
Se los han tragado la tierra y la historia,
camino del hogar.

Son los mismos muros. Esta vez,
los han pintado de colores.

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