miércoles, 20 de marzo de 2013

Somníferos


Qué bien duerme quien no le debe nada
a nadie,

los que priorizan con mentiras sobre amor incorruptible
en una cama enorme.

Qué bien duerme el funcionario.

Y el hijo del funcionario.

Qué bien se duerme cuando los cimientos de tu casa 
no tiritan de frío,

si no recuerdas sí tomaste la pastilla
y tomas dos.

Qué bien se duerme cuando aún eres tan joven 
y tan vivo 
que no te puede infectar la sociedad de su histeria

de 

su 

rit

mo.

Qué bien se duerme si tu perro está dormido
y duerme la imperante 
necesidad 
de escribir.

Qué bien
se duerme cuando nada te salpica

o cuando llevas toda la tarde

bebiendo.


No hay comentarios:

Publicar un comentario